Hace unos meses que compré el bote de especias cajún y todavía no lo había utilizado, aunque tengo más de una receta pendiente que lleva estas especias. Si no tenéis estas especias o no podéis encontrarlas, no os preocupéis, añadiendo un poco de orégano, un poco de tomillo, pimentón (picante o no), comino y pimienta negra tendréis algo parecido.
Ingredientes
- 450 g de gambas pequeñas peladas (congeladas)
- 1 pimiento verde
- 1 cebolla
- 2 tallos de apio
- 3 dientes de ajo
- Una cucharadita de tomillo
- 2 vasos de arroz basmati (de grano largo)
- 5 lonchas de bacon
- 300 g de espinacas
- 30 g de mantequilla
- 2 cucharadas de harina
- 2 cucharadas de especias cajún
- 1/2 litro de leche
- 225 g de queso semicurado
- 340 g de carne de cangrejo (se puede sustituir por surimi)
- 50 g de queso parmesano
- Aceite, sal y pimienta
Lo primero sería dejar que descongelen las gambas si es que están congeladas.
Picamos bien fina la cebolla, el pimiento verde, los ajos y el tallo de apio. Los añadimos a una sartén caliente con un poquito de sal.
Lavamos el arroz y lo ponemos a hervir en una cazuela con un poco de sal. Lo dejamos cocer hasta que esté hecho. Una vez le oí decir a un cocinero que el arroz no tiene punto "al dente", o está hecho o no. Cuando esté hecho lo reservamos.
Una vez que están bien pochadas las verduras (después de unos 20 minutos), salpimentamos y las reservamos en un plato. En la misma sartén añadimos el bacon cortado en tiras y lo dejamos que se tueste, entonces le echamos las espinacas, de poco en poco que en un principio ocupan mucho y luego se quedan en menos de la mitad. Rehogamos unos 3 minutos y lo echamos en otro plato.
En la sartén caliente echamos la mantequilla, la harina y las especias cajún (o las especias que he dicho al principio) removemos y vamos añadiendo poco a poco la leche (mejor caliente) y hacemos una bechamel. Al principio hay que remover bien hasta que se seque la mezcla para poder deshacer bien los grumos, cuando ya está cremosa se deja reposar un poco removiendo de vez en cuando. Cuando ya está cremosa y espesa le echamos el queso semicurado rallado, un poquito de sal, removemos y ya solo nos queda montar el plato.
Untamos una fuente apta para el horno, colocamos primero una capa de arroz, luego la mitad de la mezcla de verduras, la mitad de las espinacas, la mitad de la carne de cangrejo picada (surimi) y la mitad de las gambas, cubrimos con bechamel y rallamos la mitad del queso. Repetimos las mismas capas en el mismo orden hasta terminar los ingredientes y metemos la bandeja en el horno a 180ºC durante 25-30 minutos.
Es un plato muy completo y con una buena porción es suficiente para comer.
Había probado este postre una vez en un restaurante vegetariano y me gustó mucho, se puede considerar un sucedáneo del mousse de chocolate, pero en favor de la algarroba hay que decir que tiene muchas vitaminas, es rica en vitamina D y vitaminas del grupo B y pro-vitamina A. también es rica en potasio, magnesio, fósforo, hierro, calcio y silicio.
Vamos que es más recomendable que el cacao, aunque el que quiera puede hacer esta misma receta y echarle polvo de cacao en lugar de algarroba y tendrá un mousse de chocolate muy rico.
Ingredientes para 3 personas
- 2 vasos de leche de arroz (se puede usar leche de avena, almendra, avellanas, soja e incluso leche de vaca si no queréis un postre vegano)
- 1 cucharadita de kuzu (suena raro, pero no os preocupéis, solo es un espesante, se puede sustituir por maicena)
- 1 cucharadita de agar-agar (es una gelatina, así que se puede sustituir por un sobre de gelatina neutra.
- 3 cucharadas de miel (se puede utilizar azúcar morena, o algún sirope)
- 3 cucharadas de polvo de algarroba
Ponemos la leche a calentar en un cazo, añadimos el espesante, la gelatina, el polvo de algarroba y la miel. Si utilizáis una colas de pescado como gelatina hay que ponerlas a remojar y añadirlas después de retirar el cazo del fuego, ya que si llegan a hervir tendrán sabor a pescado. Removemos bien y deshacemos todos los grumos, si vemos que se nos resisten, lo trituramos todo bien con la batidora. Una vez que haya hervido bajamos el fuego al mínimo y removemos bien. Apagamos el fuego pasados unos 5 minutos y vertemos la mezcla en moldes que dejaremos enfriar. Una vez fríos los dejaremos en la nevera unas 2 horas. Para decorar se puede echar por encima algún fruto rojo, un poco de mermelada o frutos secos.
La mezcla de manzana y morcilla ya está comprobado que funciona muy bien, sólo es cuestión de cambiar las tostadas por crepes y el resultado sigue siendo muy bueno. Llenan mucho y cada uno es una ración suficiente para la mayoría.
Ingredientes:
- 2 morcillas
- 3 manzanas reinetas
- 3 cucharadas de azúcar
- 1/2 litro de leche entera
- 2 huevos (pequeños)
- 4 cucharadas de harina
- Piñones (opcional)
- Aceite y sal
Comenzamos por pelar las manzanas y cortarlas en dados, las echamos en un cazo con un poco de agua y las ponemos al fuego, que ablanden y entonces las machacamos con un tenedor, también se puede hace con la batidora, pero tienen que quedar bien trituradas.
Para hacer los crepes cascamos los huevos en un bol y los batimos, añadimos un poquito de sal y la harina, lo mezclamos bien con ayuda de un tenedor y vamos añadiendo poco a poco la leche hasta que obtengamos una mezcla homogénea y no muy líquida, pero tampoco muy pastosa, cuanto más pastosa sea la mezcla más gruesos nos van a quedar los crepes y menos cremosos.
Calentamos un poco de aceite en una sartén y echamos un poco de la masa para creps, pasados unos 2 minutos le damos la vuelta y lo dejamos que se haga por el otro lado. Retiramos el crep y seguimos así hasta que terminemos la mezcla. A mi me salieron 8 crepes, pero el relleno sólo me alcanzó para 5, así que si queréis hacerlos todos rellenos tenéis que añadir una morcilla y una manzana a los ingredientes.
Calentamos la morcilla en una sartén y comenzamos a rellenar los crepes, tampoco os paséis con el relleno por que luego quedarán muy gruesos y ya llenan bastante. Primero los untamos un poco con manzana, luego con morcilla y luego si queréis se les pueden añadir unos piñones, los enrollamos y ya están listos para comer. No esperéis mucho para comerlos que la morcilla está mucho mejor caliente.
Hoy hace 2 años que empecé a publicar este blog. Ya son muchas recetas, pero quedan muchas más, así que poco a poco seguiré añadiendo más.
Hacía tiempo que quería preparar una receta de chili, y para comenzar he preparado un chili vegano. La próxima lo hago de carne, este estaba buenísimo y fijo que con carne está incluso mejor.
Ingredientes
- 1/2 vaso de quinoa
- 1 cebolla
- 4 dientes de ajo
- 1 lata de tomate triturado
- 2 cucharaditas y media de especia para hace chili (es básicamente una mezcla de pimentón, orégano, cominos, ajo, guindilla y cebolla, así que si no tenéis el bote de chili en polvo se puede añadir una cucharadita de pimentón y media de orégano, de lo demás ya le vamos a añadir de todas maneras)
- 2 guindillas (o cualquier pimiento o chile picante al gusto)
- 2 cucharaditas de cominos molidos
- 2 cucharaditas de cacao en polvo (100% cacao)
- 1 cucharadita y media de azúcar
- 1 cucharadita y media de cilantro molido
- 1 lata de fréjoles negros
- 1 lata grande de maíz (o dos pequeñas, también se puede utilizar maíz fresco)
- 1 manojo de cilantro
- 1 lima
- Aceite, sal y pimienta
Comenzamos por poner a cocer la quinoa con el doble de agua y un poquito de sal en una cazuela, lo dejaremos unos 15 minutos y retiramos del fuego.
Picamos bien la cebolla y el ajo y los echamos en una sartén con un chorrito de aceite, dejamos que se hagan bien, picamos los tallos del cilantro y los agregamos a la cazuela. Una vez que ya estén bien echa la cebolla y el ajo (unos 10 minutos) añadimos el tomate triturado, la quinoa, las guindillas, el todas las especias, el cacao, el azúcar y el maíz. Sazonamos con sal y pimienta y dejamos que se haga durante unos 30 minutos a fuego medio y removiendo de vez en cuando para que no se nos pegue, si queda muy seco se le puede añadir un poco de agua.
Finalmente añadimos los fréjoles, y el zumo de la lima, lo removemos todo bien, lo dejamos otros 5 minutos y retiramos del fuego.
Se puede servir con queso cheddar, con trozos de aguacate, con yogur, con guacamole... Y se pueden comer luego con triángulos de maíz o tortitas... muchas posibilidades y un plato muy rico.
Esta es otra de las recetas que encontré en Pinterest, ahora encuentro muchas ideas en esta aplicación, hay para todos los gustos.
La elaboración de estos bombones es sencilla pero al tener que hacerlos uno por uno al final te lleva un poco de tiempo, pero están muy ricos y dependiendo de la galleta que escojáis para hacerlos os pueden quedar bastante equilibrados. Yo escogí galletas digestive, en la receta original utiliza galletas de vainilla, se pueden hacer con muchos tipos de galleta, la que más os guste.
Ingredientes:
- 3 plátanos maduros
- 270 g de queso para untar (da igual light o no)
- 600 g de galletas (aproximadamente)
- 1 tableta de chocolate blanco
- 1 tableta de chocolate negro (podéis utilizar chocolate con leche)
- Extracto de vainilla (opcional)
En primer lugar comenzamos por machacar en una fuente los plátanos con un tenedor, una vez que los hemos hecho puré añadimos el queso crema y lo mezclamos.
Con ayuda del triturador de la batidora trituramos las galletas, no hace falta triturarlas todas a la vez, es más sencillo ir incorporándolas poco a poco. Si no tenemos triturador las galletas se pueden triturar con un rodillo. Vamos echando las galletas sobre la mezcla de plátano y queso y las vamos incorporando. Así hasta tener una masa que se pueda moldear con las manos.
Con ayuda de una cucharilla tomamos un poco de la masa y con las manos (bien limpias) hacemos una bolita, la colocamos en una fuente y continuamos haciendo bolitas hasta que terminemos la masa, no os recomiendo hacer las bolitas muy grandes, os quedarán más ricos. También se puede añadir a la masa algún fruto seco triturado, crocanti de almendra, nueces, avellanas...
Derretimos una tableta de chocolate al baño María y vamos echando las bolitas en el chocolate, con ayuda de una cuchara y un tenedor las cubrimos bien de chocolate, las sacamos y las colocamos sobre un papel vegetal colocado sobre una bandeja. Cuando se nos acabe el chocolate derretimos la otra tableta y hacemos lo mismo hasta terminar las bolitas, es más fácil trabajar el chocolate negro que el blanco, pero cada uno que utilice el que más le guste.
Para decorar los bombones podemos utilizar frutos secos triturados, coco rallado, virutas de chocolate o dibujar rallas con el chocolate fundido de diferente color al de la cobertera de cada bombón. Con estas cantidades me salieron casi 50 bombones.
