Ahora nos encontramos en plena temporada de mangos, una fruta que a mi me encanta, pero que como no es de este clima es un poco difícil encontrar mangos buenos. A veces sólo hay que dejarlos madurar.
Como más me gusta el mango es sin duda crudo, pero hay que probar cosas nuevas y esta tarta está muy buena. Si la probáis y os gusta podéis intentarlo con otras frutas como pera, melocotón, nectarina...
Ingredientes:
Para la masa
- 2 yemas de huevo
- 80 g de azúcar
- Un poco de extracto de vainilla
- 80 g de mantequilla con sal (o mantequilla sin sal y se le echa un poco de sal a la mezcla)
- 140 g de harina
- 1 sobre de levadura en polvo
- 1 lima
Para la crema pastelera
- 250 ml de leche evaporada (ideal)
- 1 rama de vainilla
- 2 yemas de huevo
- 55 g de azúcar
- 40 g de maicena
Para decorar
- 2 mangos
- 2 cucharadas de pistachos.
Comenzamos por derretir la mantequilla, si tenemos suerte y hace mucho calor, se deja fuera un rato y ya queda blanda, sin embargo en esta época del año poco vamos a conseguir, así que hay que recurrir a meterla un poquito en el microondas (sin pasarse que luego salpica todo el microondas y hay que limpiarlo).
Separamos las claras de las yemas y echamos las yemas en el cuenco donde tenemos la mantequilla, añadimos el azúcar, el extracto de vainilla, la ralladura de lima, la levadura y la harina. Batimos todo bien hasta obtener una mezcla homogénea, si vemos que no amasa y queda muy seca se le puede echar un chorrito de leche.
Preparamos un molde redondo para meterlo al horno (si es desmoldable, lo mejor es cubrirlo con papel de aluminio y untarlo de mantequilla, si es de silicona no es necesario) Vertemos la mezcla en el molde y lo metemos en el horno durante unos 20-25 minutos a 180ºC.
Para preparar la crema pastelera calentamos la leche con la vaina de vainilla abierta por la mitad (a lo largo), una vez que empiece a hervir la retiramos del fuego y dejamos que enfríe.
Batimos las yemas con el azúcar y la maicena en un cuenco hasta obtener una mezcla blanquecina, agregamos la leche tibia poco a poco y sin dejar de batir con las varillas manuales. Una vez que hayamos incorporado toda la leche volvemos a echar la mezcla en el cazo y lo colocamos a fuego suave, removiendo con las varillas hasta que espese. Dejamos que enfríe un poco la crema.
Pelamos los mangos y los cortamos en láminas finas, eliminando el hueso. Colocamos el bizcocho en una fuente, lo cubrimos con la crema pastelera y sobre esta colocamos las láminas de mango. Pelamos los pistachos, le retiramos la piel que los recubre frotándolos un poco unos contra otros y luego los trituramos, (aplastándolos con una cuchara mismamente) y los repartimos sobre la superficie de la tarta.
En primer lugar me gustaría que todos dejarais de pensar que es difícil hacer makis, si os gustan intentar hacerlos un día, y ya veréis como es incluso divertido, el único truco importante a tener en cuenta a la hora de hacer makis es el arroz, tiene que quedar pegajoso y bien aderezado. Una vez que le hayamos cogido el punto a hacer bien el arroz lo demás es sólo cuestión de práctica.
Ingredientes para 6 personas (abundante):
- 500 g de arroz (hay arroz especial para hacer sushi, pero vale arroz de grano corto, mejor arroz bomba)
- 6 láminas de alga nori
- Vinagre de arroz
- Azúcar
- Sal
- Pescado (puede ser salmón crudo o ahumado, surimi, atún, bonito...)
- Aguacate (con un cuarto es suficiente)
- Pimiento rojo o verde
- 2 huevos
- Una zanahoria
- Un calabacín
Comenzamos por preparar el arroz, lo primero de todo es aclarar el arroz, con ayuda de un colador lo colocamos debajo del agua y lo vamos removiendo con las manos hasta que el agua salga transparente y hayamos retirado todo el almidón.
Luego lo echamos en una cazuela (que tenga tapa) el arroz (en realidad son 2 tazas) y el mismo volumen de agua (2 tazas de agua) y tapamos, es importante no retirar la tapa hasta que el arroz haya reposado. Se pone a fuego medio y una vez que empiece a hervir lo dejamos durante 2 minutos y pasados estos dos minutos bajamos el fuego al mínimo y lo dejamos durante 13 minutos. Pasados los 13 minutos lo retiramos del fuego y lo dejamos reposar durante 10 minutos.
Cuando el arroz haya reposado hay que aderezarlo, la proporción que se utilizará es de 5 partes de vinagre de arroz por dos de azúcar y uno de sal, esto para preparar el aderezo. Yo lo que hice fue echar en una taza dos medidas de un vaso de chupito alto, luego 4 partes del vaso de chupito de azúcar y 2 de sal, lo mezclé todo y lo añadí al arroz. Hay que tener en cuenta que la cantidad de aderezo tiene que ser de 100 ml para 500 gramos de arroz.
Una vez que tenemos el arroz preparado lo extendemos sobre una bandeja para que se enfríe, recomiendan no extenderlo con una cuchara metálica, mejor una de madera, no se mete en el frigorífico.
Ahora que ya hemos hecho la parte difícil vamos preparando el relleno poco a poco, batimos los dos huevos y hacemos en una sartén una tortilla con un poco de aceite, (una tortilla tipo crep, que quede plana). Cortamos el aguacate, la zanahoria, el pimiento y el calabacín en tiras longitudinales, no hace falta cortar todas las hortalizas con 5 tiras de cada uno será suficiente. Cortamos también el pescado el tiras.
Una vez que el arroz está frío colocamos la esterilla, (con las tablas paralelas a nosotros) sobre la esterilla es conveniente colocar un film transparente y sobre el film colocamos una lámina de alga nori, con la superficie más brillante hacia abajo. Llenamos un bol con agua y lo colocamos al lado, remojamos las manos en agua y cogemos un puñado de arroz (remojar las manos en agua cada vez que vayáis a trabajar con el arroz, así no se os quedará todo pegado en las manos), hay que extender el arroz por toda la superficie del alga con un espesor de medio centímetro, salvo una franja de un centímetro y medio en la parte superior del alga que no quedará cubierta por arroz, de manera que cuando lo enrollemos podamos pegar este extremo del alga sobre el rollo y así cerrarlo bien.
Ya tenemos el alga cubierta de arroz, salvo la parte superior, ahora en la parte inferior (la más cercana a nosotros y por donde vamos a empezar a enrollar) vamos colocando los ingredientes que nos apetezcan para el relleno, se pueden hacer rollos con distintos ingredientes, incluso alguno vegetariano sin ningún pescado, esto a gusto, incluso hay gente que añade mayonesa o mayonesa con wasabi. Una vez relleno con cuidado vamos enrollando la esterilla y retirando el film. El alga se habrá humedecido con el arroz y ahora es muy flexible y fácil de trabajar. Una vez que esté el rollo cerrado lo envolvemos con el film y guardamos en la nevera.
A la hora de servir los sacamos de la nevera y los cortamos en rodajas, se sirve con salsa de soja, wasabi y jengibre en conserva. El wasabi, cada uno lo que aguante.
Esta tarta es muy sencilla de hacer, los ingredientes fáciles de encontrar y el sabor muy fresco. De calorías y esas cosas no vamos a hablar que cuando uno se pone a comer postre hay que disfrutarlo. Como se utilizan muchas yemas de huevo, con las claras podéis hacer tortilla añadiéndole un par de huevos enteros, unos merengues o una tarta Pavlova
Ingredientes:
- 75 g de mantequilla
- 200 g de galletas (esta vez utilicé galletas María dorada)
- 7 limas
- Un puñado de hojas de menta fresca
- 800 g de leche condensada
- 8 yemas de huevo
- 2 cucharadas de ron (opcionales)
Para comenzar machacamos en un vaso las hojas de menta, exprimimos el zumo de las limas y lo echamos sobre las hojas de menta para que cojan sabor.
Forramos con papel de aluminio un molde desmoldable y lo untamos de mantequilla. Derretimos la mantequilla y machacamos las galletas (se pueden triturar con el triturador de la batidora), mezclamos la mantequilla y las galletas y las extendemos por todo el fondo del molde y por las paredes, no hace falta que alcancen una altura de más de 3 centímetros, si vemos que nos quedamos cortos de mantequilla y galletas preparamos un poco más de cantidad.
Metemos la base de la tarta al horno durante 10 minutos a 180ºC, luego la retiramos y la dejamos enfriar.
Separamos los huevos de las claras y echamos las yemas en un bol, sobre las yemas echamos la leche condensada y mezclamos todo bien. Sobre esta mezcla colamos el zumo de lima (ahora se le puede añadir el ron), removemos, lo mezclamos todo bien y lo vertemos sobre la base que ya tenemos preparada.
Metemos la tarta al horno durante 15 minutos a 180ºC. Si queréis para aprovechar un poco las claras, se pueden montar un par de claras y se les añaden dos cucharadas de azúcar, sacamos la tarta del horno, echamos con una manga pastelera las claras montadas y metemos de nuevo la tarta en el horno unos 3 minutos, hasta que las claras se empiecen a tostar.
Una vez que la tarta está preparada se puede decorar con ralladura de lima e incluso con unas rodajas de lima (queda bonito, pero luego hay que retirarlas para comer)
