Esta receta está sacada del último libro de Jamie Oliver "Ahorra con Jamie" en el que además de recetas hay muchos consejos para aprovechar las sobras, como comprar y cosas que se pueden hacer caseras más baratas.
La receta está muy buena como menú, pero se puede hacer también sólo el arroz y las verduras, me gusta mucho el sabor agridulce con un toque picante.
Ingredientes:
- 125 g de pan duro
- 1 cucharada colmada de polvo de cinco especias chino
- 400 g de anillas de calamar (frescas o congeladas)
- 250 g de gambas (frescas o congeladas)
- 1 trozo de jengibre (unos 3 cm)
- 1 manojo de cilantro fresco
- 1 huevo grande
- 5 cucharadas de harina de maíz (si no tenéis de maíz usar la de trigo)
- 1 pimiento rojo
- 1 pimiento amarillo (se pueden usar dos rojos o uno rojo y uno verde)
- 2 zanahorias
- 4 cebolletas (de las pequeñas, si son grandes con una y media suficiente)
- 1 tomate
- 2 cucharadas de salsa de soja (normal o baja en sal)
- 1 cucharada de salsa de chile picante (vale cualquier salsa picante)
- 2 cucharadas de vinagre de vino blanco
- 1 lata de 227 g de piña en su jugo
- 75 g de guisantes congelados
- 1 taza de arroz basmati
- Aceite, sal y pimienta
Comenzamos por triturar el pan y el polvo de cinco especias chino en el robot de cocina, se puede hacer con el triturador de la batidora, lo colocamos en un plato y reservamos.
Echamos las anillas de calamar limpias y las gambas en el vaso del procesador, del robot o de la batidora, lo que tengamos. Echamos también el jengibre, los tallos del cilantro, el huevo, 3 cucharadas de harina, sal y pimienta. Si no nos cabe todo de una vez lo dividimos en dos y lo trituramos todo bien hasta obtener una mezcla homogénea. Lo metemos en la nevera.
Aparte limpiamos los pimientos y los troceamos en cuadrados de 1 cm aproximadamente, pelamos y cortamos las zanahorias en rodajas delgadas, limpiamos las cebolletas y las cortamos en trozos de tamaño aproximado al de los pimientos. Echamos las verduras en una cazuela grande y la ponemos al fuego con un buen chorro de aceite, las salteamos durante unos 10 minutos. Transcurrido el tiempo agregamos las 2 cucharadas de harina restante, el tomate rallado (o triturado), la salsa de soja, la salsa de chile, el vinagre, la piña (jugo incluido) y 400 ml de agua fría. Dejamos que esto cueza unos 15 minutos o hasta que espese y añadimos los guisantes cuando sólo falten unos minutos.
A la vez que ponemos a cocer las verduras ponemos una taza de arroz en 2 tazas de agua hirviendo, con una pizca de sal, a fuego medio y con la tapa puesta, lo dejamos hasta que el arroz absorba el líquido.
Cuando la mezcla de pescado esté fría, vamos sacando cucharadas y moldeándolas, las pasamos por el pan rallado hasta obtener bolitas bien rebozadas, las ponemos en una sartén a fuego medio con un chorro de aceite, las freímos bien por los dos lados.
Servimos las bolitas con el arroz y la salsa agridulce con verduras, echaremos por encima las hojas de cilantro.
Otro menú del libro de Jamie Oliver "Las comidas de Jamie en 15 minutos". Tengo que confesar que los higaditos de pollo no son mi comida favorita, están muy buenos pero sólo soy capaz de comer 3 ó 4. Pero si hay alguien en la familia a quien le encantan y hay que darle gusto a todos.
ingredientes:
-1 chapata
- 100 g de queso cheddar
- 3 yogures naturales (desnatados, griegos, normales...)
- 2 cucharadas de mostaza con grano
- 1 cucharada de salsa Worcestershire (la venden casi en cualquier supermercado, se usa también para hacer salsa rosa)
- Salsa picante (tabasco o similar)
- 1 cebolla pequeña roja
- 1/2 pepino (como no me gusta no lo eché)
- 1 zanahoria
- 1 limón
- Perejil
- 200 g de hojas de ensalada variadas
- 50 g de brotes de alfalfa
- Vinagre balsámico
- 10 g de queso feta
- 2 lonchas de bacón
- 400 g de hígados de pollo
- 2 ramitas de romero fresco (si no tenemos se usa del seco)
- 1 cucharadita de mermelada de naranja
- 125 ml de marsala (es un vino dulce italiano, se puede sustituir por Jerez, Pedro Jiménez, brandy o licor de naranja, yo utilicé licor de naranja)
- Aceite, sal y pimienta
Comenzamos por cortar la chapata en 8 rodajas gruesas (fijo que sale alguna más) las ponemos en una bandeja de horno y las tostamos con el grill por ambos lados (cuidado que se queman en un momento)
Luego rallamos el queso cheddar en un bol, añadimos 2 yogures, la mostaza, la salsa Worcestershire y unas gotas de salsa picante, mezclamos bien y echamos una cucharada sobre cada tostada, las metemos de nuevo en el horno y las dejamos hasta que estén doradas y crujientes.
Para hacer la ensalada pelamos la cebolla, y cortamos en rodajas muy finas la cebolla, el pepino (quien lo eche) y la zanahoria, si tenéis un procesador de alimentos será muy fácil, también se puede hacer con una mandolina, con el pelador (la cebolla no) y como ultimo recurso el cuchillo, no quedarán tan finos, pero es lo que hay.
Ponemos las verduras en rodajas en un cuenco y echamos un chorro de zumo de limón por encima, añadimos aceite de oliva y salpimentamos. Echamos por encima la mitad de las hojas de perejil.
Ponemos una sartén a fuego fuerte, cortamos el bacón en tiras y las echamos en la sartén con una cucharada de aceite de oliva, los higaditos bien limpios y las hojas de romero. Lo salteamos todo durante 3 minutos, removiendo de vez en cuando y salpimentamos, luego agregamos la mermelada y el vino (o licor) con un mechero flambeamos para que se queme el alcohol, dejamos que se apague el fuego y seguimos salteando hasta que quede pegajoso. Retiramos del fuego y mezclamos con un yogur.
Mezclamos las hojas de ensalada, los brotes de alfalfa y las verduras a rodajas, añadimos un chorrito de vinagre balsámico y servimos la ensalada junto con los "rarebits" (las tostadas de chapata) y los hígados.
Que color más bonito tiene esta tarta, y eso sin añadir ningún colorante. Es una tarta bastante sencilla y bastante saludable, porque lleva bastante proporción de fruta. El limón le da un toque genial.
Además de la combinación de frambuesa y limón, también podéis probar mezclando otras frutas como cereza y lima, arándano y lima, fresa y naranja (con un poco menos de azúcar), pomelo, arándano y limón, fresa y limón. Probar con la que más os guste o la que podáis conseguir.
Ingredientes:
- 75 g de mantequilla
- 150 g de galletas (las que tengáis en casa o las que más os gusten)
- 350 g de frambuesas congeladas
- 4 cucharadas de azúcar
- 4 limones
- 3 claras
- 1 huevo
- 4 cucharadas colmadas de harina
- Sal
Comenzamos por preparar la base, para ello machacamos bien las galletas, se pueden aplastar o triturar con la batidora, como queráis. Luego la mezclamos con la mantequilla a temperatura ambiente (un poco derretida, si está muy fría podemos fundirla un poco en el microondas, pero poco) Luego extendemos la mezcla de galletas y mantequilla por el fondo del molde en el que vamos a hacer la tarta. Lo horneamos unos 10 minutos a 180ºC. Lo dejamos reposar.
Lo primero que debemos hacer es descongelar las frambuesas, para ello lo mejor es sacarlas del frigorífico unas horas antes, si no lo que podemos hacer es descongelarlas en el microondas. Luego las pasamos por un colador para eliminar las semillas. En este paso estamos quitando la fibra de las frambuesas, si queréis podéis dejarlas, pero quedará la tarta un poco menos fina. Cada uno como mejor lo vea.
Echamos las frambuesas en un bol y añadimos el azúcar, las claras, el huevo, la ralladura de dos limones, el zumo de cuatro limones, la harina y la sal, lo mezclamos todo bien hasta obtener una masa homogénea y la vertemos sobre la corteza ya horneada. Metemos la tarta en el horno unos 25 a 30 minutos, a unos 190ºC, dependiendo del molde que utilicéis el grosor de la tarta será mayor o menor y tardará más o menos en hacerse.
Luego sólo hay que dejarla enfriar, si queréis se puede espolvorear un poco de azúcar glas para decorar.
Esta receta es de las que hace tiempo que tenía ganas de preparar, tengo unas cuantas siempre pendientes y poco a poco las voy haciendo. Aparece en el libro de Jamie Oliver "Las comidas en 30 minutos de Jamie" un libro al que poco a poco le voy sacando partidido. El resultado de la receta es muy bueno y gracias al limón tiene un sabor fresco y muy bueno.
Ingredientes:
- 100 g de piñones
- 5 huevos
- 300 g de queso feta
- 50 g de queso cheddar
- Orégano seco
- 1 limón
- 10 g de mantequilla
- 400 g de espinacas (mejor espinacas baby)
- 1 paquete de pasta filo de 270 g
- Cayena molida (yo utilicé pimentón picante)
- 1 nuez moscada (se puede usar nuez moscada rallada)
- Aceite de oliva, sal y pimienta
Comenzaremos por tostar los piñones en una sartén, hay que tener cuidado y moverlos cada poco para que queden bien tostados, se queman con facilidad.
En un bol cascamos los 5 huevos, y los batimos, luego añadimos el queso feta desmenuzado, y el queso cheddar rallado. Luego añadimos una pizca de pimienta, un poco de orégano seco, la ralladura de un limón y un chorrito de aceite de oliva. Cuando los piñones estén tostados los echamos en el bol y los mezclamos bien con el resto.
Ponemos la sartén donde tostamos los piñones de nuevo al fuego y echamos la mantequilla y la mitad de las espinacas, las aplastamos con suavidad y les vamos dando vuelta para que se vayan haciendo, a medida que vayan dejando espacio vamos añadiendo el resto de las espinacas con cuidado de que no se peguen en el fondo. una vez añadidas todas las hacemos unos 5 minutos y las echamos en el bol con el resto de ingredientes.
Sacamos la pasta del frigorífico. Cogemos una hoja de papel de horno y la arrugamos, luego la extendemos y la untamos con aceite de oliva. Colocamos 4 hojas de pasta filo sobre el papel de horno solapándolas, untamos las hojas con aceite de oliva, espolvoreamos con sal, pimienta y cayena en polvo (yo usé pimentón picante, se puede usar cualquier otro) Colocamos otras dos capas de 4 hojas cada una. La pasta filo es muy delicada si se seca se rompe, así que hay que abrirla cuando vamos a trabajar con ella y si se rompe un poco no pasa nada. Si colocamos las hojas solapadas y no una sobre otra al final se puede cubrir la parte superior de la tarta con lo que sobresale.
Colocamos la pasta filo con el papel de horno sobre el molde que vamos a usar, da igual la forma del molde. Lo colocamos de modo que sobresalgan los bordes, apretamos bien la pasta para que cubra bien toda la superficie del molde, vertemos el relleno de espinacas y feta y la extendemos bien por todo el fondo. Doblamos las hojas de pasta filo por encima del relleno y cubrimos bien toda la superficie.
Metemos la tarta en el horno, precalentado a 180ºC durante unos 25 minutos, la pasta filo se quema con facilidad, así que recomiendo que una vez que esté tostada la superficie dejemos sólo el fuego de la parte inferior del horno.
Esta tarta se puede hacer en cada temporada del año con diferentes frutas, pero cuando hay fresas, kiwi y melocotón (en almíbar todo el año) el color de la tarta queda precioso. Esta tarta se plantea como una pizza de fruta y en el fondo se parece un poco.
Ingredientes:
- 100 g de mantequilla
- Taza y media de azúcar
- La ralladura de una naranja
- Una cucharadita de extracto de vainilla
- 2 huevos
- 8 cucharadas de leche
- 4 tazas de harina (quizá con 3 - 3 y media es suficiente)
- 1 sobre de levadura (si utilizáis harina para bizcochos, que ya tiene levadura no es necesario añadirle más)
- Una pizca de sal
- 500 g de queso mascarpone
- 4 cucharadas de queso fresco batido
- 4 cucharadas de azúcar
- Fruta para decorar
Comenzamos por mezclar en un bol la mantequilla (a temperatura ambiente, que esté blandita, se puede calentar un poco en el microondas, pero con cuidado, que si la dejáis mucho salta y mancha todo el microondas) el azúcar, la ralladura de naranja y la mantequilla. Una vez que tengamos estos ingredientes bien mezclados añadimos los huevos y los incorporamos a la mezcla. Luego incorporamos la leche y de nuevo lo mezclamos todo bien.
Ahora que la mezcla está cremosa vamos a añadir los ingredientes en polvo, la sal, la levadura y poco a poco la harina. Al final no hay quien mezcle esto con tenedor ni con varillas y hay que volcarlo sobre una superficie limpia y amasar con las manos, recordar que la receta se llama pizza de fruta y aunque no es como una base de pizza si se parece un poco.
Cuando hayamos amasado bien colocamos la masa sobre un papel de hornear, y colocamos otro papel de hornear sobre la masa, con un rodillo vamos extendiendo bien la masa hasta que nos quede del grosor que queramos, sobre 1,5 cm, aproximadamente. Luego esta mezcla la tenemos que dejar reposar durante una hora en el frigorífico o unos 20 minutos en el congelador.
Precalentamos el horno a 180ºC y pasado el tiempo de reposo retiramos el papel de hornear de la parte superior y colocamos la masa en el horno durante unos 20 a 30 minutos, dependerá del grosor de la masa, pero comprobar que esté bien hecha pinchando. Sacamos la masa del horno, la dejamos enfriar completamente, luego retiramos el papel de hornear.
Como queda un poco seco yo hice un poco de almibar con agua, azúcar y un chorrito de cointreau para humedecerlo un poco, esto es opcional.
En un bol mezclamos el queso mascarpone, con el queso fresco batido y con las 4 cucharadas de azúcar, lo echamos sobre la masa y decoramos por encima con las frutas que tengamos a mano, cuanto más colorido más bonita quedará la tarta.
