14 diciembre 2014

Pastelitos de fambuesa

Este poste si que es muy fácil de hacer, y luego queda muy ligero y crujiente, es del tipo de postre que desaparece en un momento, y sólo queda el último trozo que nadie se atreve a comer.

Ingredientes:
- 10 láminas de pasta filo (se puede encontrar ya en muchos supermercados, yo compré un paquete que ponía de 8 a 10 láminas y al final eran 11 y las utilicé todas)
- 1 bote de mermelada de frambuesa, sobra decir que podéis utilizar la mermelada que más os guste o la que tengáis por casa.
- 100 g de mantequilla
- 3 cucharadas de azúcar glass


Para empezar extendemos una lámina de pasta filo sobre una lámina de papel vegetal, derretimos la mantequilla (si la derretís en el microondas, cuidado que de repente explota y se ensucia todo, y vais a pasar más tiempo limpiando que cocinando. Así que darle poco tiempo, remover y si hace falta un poco más se vuelve a poner otro poco)

Con ayuda de un pincel pintamos toda la superficie de la pasta filo con mantequilla, una vez terminado colocamos otra lámina y la pintamos de nuevo. Así hasta completar 5 láminas, a mi como me sobraba una la puse también en la base y fueron 6. 

Vertemos todo el bote de mermelada sobre las láminas de filo y la extendemos por toda la superficie. Sobre la mermelada volvemos a colocar una lámina de pasta filo que volveremos a pintar con mantequilla, sobre esta otra lámina de pasta filo y así hasta que las acabemos (todas untadas de mantequilla).

Ahora toca la parte delicada de toda la receta, y es que hay que cortar la masa en cuadrados antes de meterla al horno, en función de lo grandes o pequeños que los queráis los recortáis. Mucho mejor con ayuda de un cortapizzas o con una tijera, con un cuchillo va a ser más difícil. Yo lo hice con una tijera, tener cuidado de no cortar el papel vegetal.

Colocamos los cuadrados con en una bandeja de horno sobre el papel vegetal y los horneamos a 180ºC durante unos 25 minutos, mejor ponerlo primero en la parte baja del horno y luego los últimos 5 minutos arriba, la pasta filo si no se tiene cuidado se puede quemar fácilmente.

Una vez que estén bien doraditos los sacamos del horno y los colocamos sobre una fuente. Cuando estén fríos se mezcla en un bol el azúcar glass con un par de cucharadas de agua y mezclamos bien. Echamos la mezcla de azúcar en la esquina de una bolsa pequeña y le cortamos un poco la punta, a modo de manga pastelera, decoramos los pasteles. También se pueden decorar con chocolate blanco o negro, o comerlos sin decorar.


No hay comentarios: