Ingredientes:
- 1 bote de garbanzos cocidos de 400g
- 100 g de queso feta (o 150 g)
- 100 g de espinacas (También eché unas pocas más)
- 1/2 cucharadita de pimentón dulce
- Un paquete de pata filo
- Un limón
- 1 calabacín pequeño (en la receta original utiliza un pepino, pero os aseguro que con calabacín está genial)
- 1 cebolla roja pequeña
- 1/2 manojo de cilantro y menta
- 20 g de almendras (yo utilicé cacahuetes, también se puede utilizar cualquier otro fruto seco)
- 1 puñado de aceitunas negras
- 2 tomates
- Lechuga
- Miel
- Aceite de oliva
Comenzamos por escurrir los garbanzos, los batimos junto con el queso feta, las espinacas, la ralladura del limón y el pimentón, se puede batir con un procesador de alimentos o con el triturador de la batidora. Doblamos una hoja de pasta filo por la mitad y echamos un par de cucharadas bien cargadas de la mezcla en el centro, ahuecamos la mezcla con el pulgar para hacer espacio ya que puede crecer al cocinarse. Plegamos los lados de la pasta filo y los presionamos para hacer un paquetito. Repetimos la operación hasta terminar la mezcla.
Colocamos los paquetitos en una sartén y los freímos durante un par de minutos, luego los colocamos en una bandeja de horno y los horneamos durante unos 5 minutos a 180ºC para que queden bien dorados.
Una vez que tenemos los paquetitos sólo nos queda preparar la ensalada, para ello sólo hay que colocar en una fuente la lechuga bien limpia, luego le echamos el tomate cortado en rodajas gruesas. Picamos muy fino el calabacín y la cebolla utilizando un procesador de alimentos, una mandolina o un rallador, los añadimos a la ensalada. Echamos por encima de la ensalada la menta y el cilantro picados, las aceitunas y los frutos secos (si están crudos los tostamos un poco). Por último aliñamos bien con sal, aceite y el zumo del limón.
Echamos unos hilos de miel por encima de los paquetitos y los servimos junto a la ensalada.
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